viernes, agosto 01, 2008

Seminario Concepción (últimos paneles)



La mañana comenzó con algunas de las exposiciones sobre instituciones de financiamiento, a las cuales lamentablemente no pude asistir por encontrarme en una serie de reuniones con diversos “actores” de este clúster.

Pese a ello, si tuve la oportunidad de ver la última sesión sobre “Re-emprendimiento”.

Comenzó Mauricio Rojas, Subgerente del BCI, con su programa Nace y Renace. El primero, orientado a los emprendedores “sin historia” y que pueden acceder a las primeras herramientas del sistema financiero (crédito, leasing y factoring) si cuentan con un Plan de Negocios y una idea innovadora para llevarla a cabo (dejando así en claro que se orienta a emprendedores y no Pymes tradicionales). La presentación fue muy concreta y sincera a mi juicio, desde el punto de vista que Mauricio fue muy claro al señalar que este programa es UNA posibilidad más de financiamiento entre las distintas que existen hoy en el mercado. Asimismo, que como cualquier otra, tiene determinados pros y contras de acceder a ella. Si bien, fue inevitable que los asistentes pensaran en un principio que sus programas eran una propaganda más del banco, supo argumentar y fundamentar que se trataba de un programa – al igual que Renace- adscrito a la preocupación del banco por la Responsabilidad Social Empresarial y claramente muy diferenciador en su propuesta, pues se enfoca en aquellos emprendedores que por ser “nuevitos”, el resto del sistema bancario no los considera como sujetos de crédito.

El programa Renace por su lado, es una iniciativa que persigue financiar y darles una “segunda oportunidad” a aquellos emprendedores que han FALLADO – y lo dejo muy en claro pues no es sinónimo a mi juicio con FRACASADO, pronto hablaré de ello. Obviamente, el programa se centra en aquellos que no lo han logrado pero sin dolo, vale decir, excluyendo a aquellos que su conducta de quiebra deja cuestionamientos y suspicacias. Se trata de apoyar a aquellos que por diversas razones –y yo podría dar muchas- no pudieron sobrepasar el bullado “valle de la muerte”; pero que sin perjuicio de ello, han tratado de resolver sus problemas financieros con miras a intentarlo una vez más.

El segundo turno de la sesión fue de Cristián Zilleruelo, Gerente de Octantis. Con una presentación que se preocupó de poner en el tapete –un tema que sin duda recién comienza a hablarse- sobre el Re-emprendimiento, intentó promover la preocupación porque los distintos agentes involucrados en el sistema, se dieran cuenta que existe un tremendo potencial en aquellos emprendedores que no han sido exitosos.

Con el uso de cifras como 67.000 app. empresas creadas en 1996 y tan sólo 3.000 que quedaron vivas 4 años más tarde, supo argumentar que la tasa de fallo emprendedor es sin duda una gran preocupación que pocos la han abordado.

Razón de lo anterior es que el FOMIN, CPC, Octantis, entre otras entidades han logrado articular un programa que persigue apoyar este segmento o nicho de emprendedores con una oferta que va desde ponerlos en valor como tutores, evaluadores, co-emprendedores y hasta darles una segunda oportunidad para emprender.

El cierre de la sesión lo hizo un emprendedores de nombre Roberto, quien no sólo se emocionó al contar su experiencia, sino que a varios nos hizo cuestionarnos acerca de lo mucho que nos falta por fortalecer el apoyo a emprendedores. Con una sencillez, sutilidad y claridad en su relato, supo crear un quiebre que hizo falta en la Cumbre, que aún y pese a todo lo que se está haciendo, aún quedan muchos espacios que no se están cubriendo, como el confiar nuevamente en aquellos que lamentablemente no lograron echar a andar sus empresas.

Claramente me hizo sentir que aquellos que supuestamente estos apoyándolos, debemos hacernos un mea culpa, por no poner en la palestra a los emprendedores con fallo versus el estar “siempre” convocando a los exitosos como si la realidad fuese esa, una donde TODOS los emprendedores ganan. Y obviamente, no es así.

Tal como lo hice en su minuto al pedir la palabra, vuelvo a reiterar mi agradecimiento a Roberto con su integridad y espíritu de superior, que considero un digno representante de lo que se llama: espíritu emprendedor.



Eduardo Reyes Bade
eduardo@emprenet.cl

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